La Asamblea General de la ONU pidió por amplia mayoría que cese embargo de Estados Unidos a Cuba impuesto desde hace 60 años al obtener una votación de 185 países a favor, dos en contra y dos abstenciones a la resolución promovida por la propia isla.
Con 185 votos a favor, la resolución, aprobada por trigésima vez desde 1992, pide “poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba“ y defiende la “igualdad soberana“ de los Estados, la “no injerencia en sus asuntos internos“ y “libertad de comercio y navegación internacionales“.
El proyecto de resolución fue rechzado por Estados Unidos e Israel, mientras que Ucrania y Brasil se abstuvieron.
El análisis sobre la resolución arrancó el miércoles con la exposición de cada uno de los países. México se pronunció en contra de esta medida y señaló que con ella Estados Unidos ha causado hambre y ha dificultado la llegada de insumos médicos ante la pandemia de covid-19.
Impuesto en 1962 en plena Guerra Fría por el entonces presidente estadunidense John F. Kennedy, el bloqueo que ha sido recrudecido progresivamente para asfixiar al régimen comunista, “tiene el efecto de “una pandemia permanente, de un huracán constante“, lamentó el canciller cubano Bruno Rodríguez en la tribuna de la ONU.
Asimismo, “continúa siendo el elemento central que define la política de los Estados Unidos hacia Cuba“, aseguró.
Según el ministro, en los primeros 14 meses de la administración demócrata de Joe Biden, los “perjuicios“ ocasionados por el bloqueo se elevaron 6 mil 364 millones de dólares y a 154 mil 217 millones en seis décadas.
“No atribuimos al bloqueo todas las dificultades que enfrenta hoy nuestro país; pero faltaría a la verdad quien niegue sus gravísimos efectos y no reconozca que es la causa principal de las privaciones, carencias y sufrimientos de las familias cubanas“, aseguró, tras alertar de que “crea las condiciones que alientan la inmigración ilegal“.
A lo largo de los dos últimos días, en la tribuna de la Asamblea General se sucedieron delegaciones de países del sur - ningún país desarrollado habló - para denunciar el embargo -“injusto“, “ilegal“, “inaceptable“, “criminal“, “inhumano“, “desproporcionado“- del bloqueo que ha sido reforzado progresivamente.
Aunque este apoyo masivo es una victoria moral para el gobierno de la isla, patrocinador de la resolución, en la práctica no se espera que cambie nada, como ha ocurrido desde 1992 con la adopción de las 29 resoluciones previas del mismo tenor.
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