El Cairo, Egi.
Es uno de los más de 15 mil guerrilleros extranjeros en la región kurdo-siria unido a la ‘guerra santa’
El Estado Islámico ha logrado sumar a su causa combatientes procedentes de lugares insospechados, ubicados en el otro extremo de su autoproclamado califato. El último ejemplo de su vasta red de reclutamiento es Abu Hudaifa al Meksiki, el nombre de guerra de un yihadista de nacionalidad mexicana que habría entrado en combate en Siria, han revelado expertos en yihadismo a El Mundo / Mx.
Pocos detalles han trascendido de la identidad de Abu Hudaifa al Meksiki (el mexicano, en árabe), del que se desconoce incluso su verdadera identidad. En su única imagen difundida hasta la fecha, aparece con el rostro oculto bajo una kufiya (pañuelo palestino) y empuñando un kalashnikov. Un árido paisaje enmarca la figura de la fotografía, en riguroso blanco y negro.
“Todo lo que podemos decir es que es el único mexicano enrolado en el Estado Islámico o al menos el único cuyo rastro hemos podido seguir”, señala a este diario Veryan Khan, directora editorial de TRAC (Consorcio de análisis e investigación en terrorismo, por sus siglas en inglés). Su organización es una de las mejores fuentes para desentrañar el complejo entramado que ha construido el Estado Islámico (EI) a caballo de Siria e Irak.
A las órdenes del autoproclamado califa Abu Bakr al Bagdadi, el grupo yihadista controla amplias zonas de ambos países y tras capturar el pasado junio Mosul -la segunda ciudad de Irak- ha logrado diluir sus fronteras gobernando a unos 11 millones de habitantes. Los ataques aéreos lanzados desde agosto por la coalición internacional liderada por Estados Unidos han detenido su rápido avance pero, de momento, no han logrado recuperar el territorio arrebatado por sus acólitos.