NUEVA YORK.
Trump y Clinton apuntan a llevarse las candidaturas tras pasar por la urbe.
Las elecciones primarias del martes en Nueva York allanaron el camino de Hillary Rodham Clinton hacia la nominación presidencial demócrata y pusieron a Donald Trump en la ruta de asegurarse una nominación por mayoría.
En términos aritméticos es posible que los dos sean derrotados, pero políticamente es más que improbable que el senador Bernie Sanders alcance a Rodham Clinton, en tanto que Trump tiene enfrente una tarea difícil, aunque no imposible.
La carrera entre Rodham Clinton y Sanders está virtualmente definida: con los 175 delegados que logró en Nueva York, la aspirante llegó a mil 930 de los dos mil 383 necesarios para ser proclamada candidata presidencial el próximo julio en Filadelfia.
Sanders acumuló mil 189 delegados, gracias a los 106 que recogió el martes.
Pero Rodham Clinton está a sólo 453 delegados de lograr la candidatura. Quedan por disputarse mil 646 delegados, pero entre ellos se encuentran cuatro con abundancia de delegados y donde Rodham Clinton es popular: Connecticut (70), Maryland (116), Pensilvania (210) y California (546).