HANGZHOU, CHI.
La visita arranca con problemas desde el aeropuerto.
Barack Obama definitivamente no tuvo un comienzo sin problemas en su última gira por Asia como presidente y comandante en jefe de las fuerzas militares de Estados Unidos. La visita de Obama a China tuvo un inicio accidentado, desde la pista del aeropuerto de Hangzhou.
Una confrontación entre un auxiliar de la Casa Blanca y una funcionaria china, y otros incidentes diplomáticos fueron patentes desde el momento en que aterrizó el avión presidencial Air Force One en la ciudad china, sede de la cumbre económica del G20.
La primera señal de problemas: No había escalera para que Obama descendiera del avión y pisara la alfombra roja. Obama utilizó una salida alternativa.
En la pista, se suscitó un altercado entre un auxiliar presidencial y una funcionaria china que exigía a los periodistas que viajan con Obama no acercarse al mandatario.
Lo sucedido quebrantó una tradición doquiera que llegara un presidente de Estados Unidos a un lugar extranjero.
Cuando el funcionario de la Casa Blanca insistió que Estados Unidos establecería las normas para su gobernante, su colega china respondió enérgicamente:
“¡Este es nuestro país! ¡Este es nuestro aeropuerto!”, grito la funcionaria china.
Igualmente, un funcionario chino intento mantener a la asesora de seguridad Nacional de Obama, Susan Rice, lejos del presidente.
Rice mostró su disgusto cuando un reportero le preguntó sobre el incidente.
“Hicieron cosas que no estaban previstas”, afirmó Rice.