Washington.
Jason Miller decide declinar el cargo por razones familiares aunque medios apuntan otras razones.
Uno de los futuros responsables del equipo de comunicación en la Casa Blanca de Donald Trump, Jason Miller, declinó esa posición porque su esposa está embarazada, aunque medios locales apuntaron razones menos nobles.
Miller, que estaba actuando como uno de los principales portavoces del presidente electo, fue designado el pasado jueves director de Comunicaciones, pero decidió declinar la oferta porque ello le impediría estar más tiempo con su familia.
La esposa de Miller dará a luz en enero próximo su segunda hija y para su marido, según dijo en un comunicado, su familia será su “prioridad más importante ahora” y en esta etapa no puede asumir un puesto “tan exigente”.
Sus funciones serán ocupadas por Sean Spicer, también portavoz del equipo de transición presidencial y quien será el secretario de prensa de la Casa Blanca cuando asuma Trump, el próximo 20 de enero.
FAMA DE MUJERIEGO
Sin embargo, The Daily News mencionó otras razones ligadas a la supuesta fama de mujeriego que tiene Miller y citó tuits de una colega que apuntan a un “escándalo sexual”.
A. J. Delgado, en una cuenta que ya ha sido borrada y en la que se exigía la renuncia de Miller y señalaba misteriosas razones.
Uno de ellos calificaba a Miller como “la versión 2016 de John Edwards”, un antiguo senador demócrata que renunció tras descubrirse que había tenido un hijo con su amante y quien trabajó para él en su campaña electoral.