El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva fue condenado el miércoles a nueve años y medio de cárcel por cargos de corrupción en el primero de cinco procesos que enfrenta, vinculados a una trama de sobornos.
El juez Sérgio Moro encontró culpable a Lula de aceptar 3.7 millones de reales en sobornos de la firma de ingeniería OAS SA.
Fiscales dicen que con el dinero la empresa remodeló un departamento en la playa para el político a cambio de su ayuda para obtener contratos con la estatal Petrobras .
Los abogados de Lula, quien sigue siendo uno de los políticos más populares de Brasil, habían dicho que apelarían un fallo de culpabilidad y alegan que el juicio es una persecución política.
La defensa del exmandatario, quien seguirá en libertad a la espera de su apelación, no respondió inmediatamente a las solicitudes de declaraciones.
El fallo es un durísimo revés para el primer presidente de Brasil procedente de la clase trabajadora.
Lula dejó el cargo hace seis años con un índice de aprobación de 83 por ciento, en medio de la admiración mundial por políticas sociales que ayudaron a reducir la inequidad en la mayor economía latinoamericana.
El expresidente estadounidense Barack Obama una vez declaró que Lula era el político más popular sobre la Tierra.
El veredicto es además la mayor pena emitida a la fecha en la pesquisa Lava Jato, que investiga una extensa red de corrupción.