París, Francia
El Ayuntamiento de París anunció su objetivo de que la circulación de los automóviles de gasolina por las calles parisinas finalice en el año 2030, y con ello reducir la contaminación.
El anuncio fue realizado en el marco de la presentación de los objetivos de un plan climático de la capital gala que prevé además el fin de la circulación de los vehículos diésel en el año 2024.
La presidencia municipal de la capital francesa, en la que en 2015 se firmó el Acuerdo de París de lucha contra el cambio climático, explicó que su objetivo es que en ese año no circulen más que vehículos eléctricos o que no contaminen.
Las autoridades capitalinas, cuya alcaldesa es la socialista Anne Hidalgo, explicaron que la finalidad no es prohibir la circulación de vehículos que funcionen con gasolina o gasoil.
“No es una medida contra los autos sino para organizar la transición energética y para hacer que los que vehículos que circularán entonces sean limpios y neutros en producción de carbono”, explicó a la prensa el titular de la cartera de Transportes del Ayuntamiento de París, el político ecologista Christophe Najdovski.
Según fuentes de la Alcaldía, ninguna medida de prohibición o sanción figura en el nuevo plan climático de la capital.
Por su parte, el gobierno nacional de Francia, se marcó como objetivo que la venta de vehículos de gasolina y diésel termine en el país en el año 2040.
Algunos medios señalan que con su iniciativa de retirar todos los autos para 2030, Hidalgo quiere anticiparse al gobierno francés.
De acuerdo con medios franceses, menos de uno de cada vehículo que circula en la actualidad en París es eléctrico.
La contaminación del aire aumentó en la Ciudad Luz en los últimos años, al punto que el ayuntamiento tuvo que prohibir la circulación de la mitad de los autos y decretar la gratuidad del transporte público durante varios días.
Hidalgo tomó varias medidas contra la polución, entre ellas la prohibición de circular en auto por la avenida Champs Elysees un día por mes, la instalación de puestos de renta de bicicletas en las calles y una flota de autos eléctricos para alentar a los vecinos a que dejen sus autos a gasolina o diésel en casa.
En septiembre de 2016, las autoridades convirtieron una arteria céntrica de 3.5 kilómetros en peatonal. Un año después, el organismo que mide la contaminación dijo que la medida no afectó significativamente la emisión en toda la ciudad.