Siria
La milicia terrorista Estado Islámico (EI) ejecutó a al menos 116 civiles antes de retirarse la semana pasada de la ciudad de Al Qariatain, en el centro del país, según denunció el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
A 83 de ellos los mató dos días antes de que se abandonara la ciudad la noche del 20 de octubre. El resto a lo largo de dos semanas y media antes. La mayoría de los asesinatos se produjo por la supuesta colaboración de esas personas con las tropas del gobierno de Damasco.
Los extremistas capturaron Al Qariatain el 1 de octubre y permaneció casi tres semanas en su poder. La localidad está considerada estratégica porque está situada en una carretera de la provincia de Homs que lleva hasta Damasco.
El viernes, las tropas del gobierno recuperaron la ciudad. Según el Observatorio, entonces murieron 12 civiles. Unos 200 yihadistas fueron expulsados de la ciudad.
El EI sigue estando activo en la región desértica a pesar del avance de sus adversarios. Los combatientes de la milicia han intentado recuperar terreno perdido en una serie de contraofensivas.
En los últimos meses la milicia terrorista han perdido gran parte del territorio que controlaban en Siria y en Irak, donde en el pasado proclamaron su califato.
Tras ser presionada por casi todos los frentes, aparte de las grandes regiones desérticas apenas le queda como lugar de repliegue una franja de terreno junto al Eúfrates, en la zona fronteriza entre Siria e Irak. El Ejército estadounidense estima que en ambos países todavía quedan unos 6.500 combatientes del EI.