Este evento, que había generado expectativas en redes sociales, fue cancelado tras la intervención de las fuerzas del orden, quienes tomaron precauciones adicionales tras un reciente incidente de violencia.
Con al menos 450 personas confirmadas para asistir, la promoción de la fiesta mostraba imágenes sugerentes y provocativas que despertaron controversia.
Sin embargo, la policía local decidió actuar con firmeza tras el tiroteo que tuvo lugar durante un evento previo, donde un joven resultó herido.
Tras la invasión de más de 2,000 estudiantes a la playa en una ocasión anterior, las autoridades han reforzado las medidas de seguridad y han dejado claro que las concentraciones no autorizadas de más de 100 personas son ilegales.
Los organizadores de eventos que incumplan estas normas se enfrentarán a consecuencias legales.
Ante el aviso de las autoridades, los promotores de la "Fiesta en la Playa Sandy Cheeks" optaron por cambiar la ubicación del evento, trasladándolo a Jones Beach. Esta rápida acción evitó posibles sanciones y garantizó la seguridad de los asistentes y la tranquilidad de la comunidad local.