Kirk Street en Houston, Texas se vio sacudido por un acto de violencia. Un lunes por la tarde, la vida de Kenneth Thomas, de 19 años, se apagó en un tiroteo dentro de su propia casa. La escena del crimen, que se convirtió en un punto focal para las autoridades, presentaba un panorama desgarrador: un joven con múltiples heridas de bala.
Dos hombres, identificados por testigos como afroamericanos de entre 17 y 22 años, irrumpieron en la vivienda y, sin contemplaciones, se apoderaron de dos armas de fuego. En el proceso, uno de ellos disparó contra Thomas, quien, a pesar de los esfuerzos de los paramédicos, falleció en el hospital.
La policía comenzó la búsqueda de los responsables después del atroz crimen. Las investigaciones, en un esfuerzo por identificar a los perpetradores, se intensificaron. Tras un intenso rastreo de pistas y entrevistas, los detectives lograron dar con el paradero de Frederick 'N', de 19 años. York, quien, de acuerdo con las autoridades, participó en el robo y asesinato, fue detenido y acusado de homicidio.
La investigación continúa, con la esperanza de dar con el segundo individuo involucrado en este acto de violencia.