Las víctimas, que aún no han sido identificadas públicamente, sufrieron quemaduras graves en la cara, cuello y hombros y fueron trasladadas de inmediato al Detroit Receiving Hospital para recibir atención médica especializada. El agresor, cuyo nombre tampoco se ha revelado, también resultó con lesiones leves y fue hospitalizado.
La investigación apunta a un posible móvil relacionado con un despido reciente.
Según el jefe de la policía de Detroit, James White, el atacante era un antiguo empleado de la empresa donde trabajaban las víctimas y había sido despedido o suspendido recientemente. White declaró en una conferencia de prensa que el sospechoso tenía la creencia de que las mujeres eran responsables de su situación laboral, lo que lo llevó a perpetrar este brutal ataque.
“El sospechoso se encontró con otros dos empleados que percibió como parte de la razón por la que fue suspendido o despedido. Llevó un acelerante al vehículo en el que estaban sentados y lo incendió", explicó White.
Este terrible incidente ha conmocionado a la comunidad de Detroit y ha despertado preocupaciones sobre la seguridad en el lugar de trabajo.