La tormenta, que llegó con vientos de hasta 140 mph, causó al menos 22 muertes en cuatro estados, un número que seguramente aumentará a medida que los equipos de rescate avanzan por las zonas afectadas.
El impacto del huracán 'Helene' se sintió con especial fuerza en el área rural de Big Bend, Florida. Las inundaciones se extendieron hasta Carolina del Norte, donde un lago sobrepasó una represa. El gobernador de Georgia, Brian Kemp, informó que muchas personas aún estaban atrapadas en edificios dañados y que el acceso a algunas zonas era difícil debido a las condiciones.
En Florida, más de 4 millones de hogares y negocios se quedaron sin electricidad. Los informes indican muertes en varios condados por la caída de árboles y otros incidentes relacionados con la tormenta. Valdosta y sus alrededores sufrieron una devastación considerable, con ventanas de tiendas rotas y estructuras dañadas.
El presidente Joe Biden ofreció su apoyo a los afectados y la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) envió más de 1,500 trabajadores para ayudar en las tareas de rescate y asistencia.
Helene se debilitó a medida que avanzaba hacia el norte, pero se esperan fuertes lluvias y riesgo de deslizamientos de tierra en Tennessee y Kentucky. Las autoridades en Carolina del Norte emitieron advertencias de inundaciones históricas y comenzaron evacuaciones en varias áreas.
Apenas un día antes de tocar tierra en Florida, 'Helene' había causado inundaciones en la península de Yucatán y afectado partes de Cuba, donde más de 200,000 hogares perdieron electricidad.
Los pronósticos sugieren que la temporada de huracanes de este año podría ser más activa de lo habitual, debido a las altas temperaturas del océano.