El suceso, que ha generado conmoción en la industria petrolera, tuvo lugar el pasado jueves, cuando una fuga de ácido sulfhídrico provocó la evacuación de la zona y el cierre de las operaciones de la planta.
El incidente ocurrió mientras se realizaban trabajos de mantenimiento en un reborde de la refinería, que es operada por Pemex, la empresa petrolera estatal de México. Las autoridades han confirmado que los trabajadores fallecidos eran empleados de un subcontratista, y no de Pemex directamente.
La demanda, interpuesta por Sergio Antonio Olvera, Jonathan Martínez y Yoselyn Soto, alega que la fuga se produjo debido a una negligencia por parte de Pemex, ya que la empresa no habría realizado una inspección adecuada de la refinería. Los demandantes buscan una compensación económica por los daños sufridos, incluyendo angustia mental, dolor físico y gastos médicos, por un monto que supera el millón de dólares.
La tragedia en Deer Park ha vuelto a poner en el centro del debate la seguridad en las instalaciones petroleras, y ha generado dudas sobre la eficiencia de los protocolos de seguridad implementados en la refinería. Mientras tanto, las autoridades han iniciado una investigación para determinar las causas exactas del incidente y las medidas que se deberán tomar para prevenir futuros accidentes.