Kenoyer fue sentenciada a 25 años de prisión por el asesinato de su novio, Steven Riley Jr., a quien envenenó con anticongelante mezclado en su té helado.
La tragedia se desató cuando Riley, de 51 años, enfermó repentinamente y perdió el conocimiento. Una autopsia reveló la causa de su muerte: envenenamiento con etilenglicol, el compuesto químico presente en el anticongelante.
El móvil del crimen, según las autoridades, fue la codicia. Riley creía que estaba a punto de recibir una gran herencia y tenía planes de romper con Kenoyer. La mujer, al enterarse de la fortuna, sintió que tenía derecho a una parte de ella.
Durante la sentencia, la familia de Riley, incluida su hermana Stephanie González, se dirigió a Kenoyer en la sala del tribunal. "Como muchas otras familias de víctimas sienten a menudo, el castigo debe ajustarse al delito", le dijo González. "Pero, por suerte para ti, el Departamento de Correcciones no sirve anticongelante en tu té helado".
Kenoyer se declaró culpable en mayo y aceptó una sentencia de 50 años de prisión, de los cuales 25 serán cumplidos y 25 en libertad condicional. Además, deberá pagar 3,455 dólares en restitución a la familia de Riley.
El caso de Kenoyer es uno de varios recientes en Estados Unidos en los que personas han sido acusadas de usar veneno para matar a sus parejas. En octubre pasado, un especialista en venenos fue acusado de envenenar a su esposa, una farmacéutica. En mayo de 2023, una autora de un libro infantil sobre el duelo fue acusada de matar a su esposo envenenándolo con fentanilo. Y, en marzo del mismo año, un dentista fue arrestado por supuestamente mezclar arsénico y cianuro en los batidos de su esposa.