De pronto, la rutina se ve interrumpida por un problema inesperado. Una tubería principal de agua, una de esas que nutren a miles de hogares y negocios, decide dar un golpe de efecto y romperse. ¿El resultado? Un río repentino que surge de la nada y que se apodera de una de las arterias viales más importantes de la ciudad.
La autopista 101, un camino que une a los angelinos con su día a día, quedó inhabilitada por la fuerza de la naturaleza, o más bien, por una tubería rebelde. El caos se desató en el vecindario de Boyle Heights, cerca del centro de Los Ángeles, cuando la inundación se hizo notar alrededor de las 1:30 am, obligando a las autoridades a tomar medidas inmediatas. La Patrulla de Carreteras de California (CHP) emitió un SigAlert, ordenando el cierre total de la autopista en ambas direcciones. El tráfico se vio afectado, y la calma matutina se transformó en un mar de sirenas y desesperación por encontrar rutas alternativas.
Los equipos de reparación trabajaron sin descanso para controlar la situación. Afortunadamente, los carriles en dirección norte pudieron reabrir poco después de las 4 am. Sin embargo, la dirección sur se mantuvo cerrada, según la información que la CHP publicó en X. La rampa de entrada de Mission Road a la 101 en dirección sur también se sumó a la lista de cierres mientras las cuadrillas intentaban despejar la autopista, informó la CHP alrededor de las 4:30 am. Los videos de la escena mostraban un panorama desolador: agua acumulada en todos los carriles en dirección sur de la autopista a las 5:30 am.
La CHP extendió el SigAlert, anunciando que todos los carriles en dirección sur permanecerían cerrados hasta aproximadamente las 9 am. El tiempo se convertía en un factor crucial mientras los angelinos se preparaban para un día atípico, con la autopista principal paralizada por una inundación inesperada.