Ahora, imagina ese mismo viaje con una capa adicional de seguridad, un sistema capaz de detectar armas ocultas sin invadir la privacidad de los pasajeros. Esa es la apuesta del Metro de Los Ángeles, que está probando una nueva tecnología que podría cambiar la percepción de seguridad en el sistema de transporte público.
El objetivo es simple: combatir la ola de violencia que ha azotado al Metro este año. Asesinatos, secuestros y ataques a conductores de autobuses han marcado un panorama preocupante, evidenciando la necesidad de medidas contundentes. Un caso reciente, el asesinato de Anthony Rivera, de 48 años, a manos de Lamont Campbell, quien secuestró el autobús tras el crimen, ilustra la gravedad de la situación.
La tecnología en prueba se presenta como una solución prometedora. El Metro asegura que los sistemas de detección de armas son "eficientes y no invasivos", permitiendo identificar amenazas ocultas sin necesidad de contacto físico.
La evaluación, que se extenderá hasta diciembre, busca determinar si la tecnología puede ser una capa de seguridad efectiva, ofreciendo un ambiente más seguro para pasajeros y trabajadores.