Condenado a muerte por el asesinato de un empleado de una tienda en 1999, su ejecución está programada para el 1 de noviembre. Un juez federal ha rechazado su última esperanza: eliminar el poder del gobernador de conceder clemencia y que otro ente evalúe su caso.
Los abogados de Moore argumentaron que el gobernador Henry McMaster no podría decidir imparcialmente si conmuta la sentencia a cadena perpetua, dado que fue el fiscal general del estado que supervisó a los fiscales que lucharon contra las apelaciones de Moore. McMaster había declarado públicamente en 2022 que no tenía intención de conmutar la sentencia de Moore.
Sin embargo, la jueza Mary Geiger Lewis dictaminó que el gobernador es la única persona que tiene el derecho de otorgar clemencia según la constitución del estado. En su fallo, Lewis descartó la influencia del pasado de McMaster en el caso, argumentando que "las afirmaciones de Moore se basan en la suposición subyacente de que el gobernador no conmutará su sentencia de muerte. Cualquiera que sea la decisión final del gobernador, esa decisión es solo suya".
Moore, de 59 años, fue sentenciado a muerte por disparar fatalmente a James Mahoney, el empleado de la tienda. Su abogado argumenta que la sentencia fue demasiado severa porque Moore no entró a la tienda con un arma y pudo haber disparado en defensa propia.
El caso de Moore ha desatado un debate sobre la justicia y la clemencia en Carolina del Sur. Sus partidarios argumentan que su historial limpio en prisión y su voluntad de ayudar a otros reclusos lo convierten en un candidato ideal para la clemencia. La ejecución de Moore sería la segunda en Carolina del Sur después de una pausa de 13 años.