El cielo nocturno en el condado de Orange se tiñó de verde por un instante, pero no por la aurora boreal. Un destello inusual, que parecía un rayo de luz, llamó la atención del piloto de un helicóptero del sheriff, quien sintió una punzada de inquietud. La situación, que parecía sacada de una película de ciencia ficción, terminó en un arresto, dejando a la comunidad con más preguntas que respuestas.
La Oficina del Sheriff del Condado de Orange, conocida por su eficiencia, no tardó en identificar al responsable: Daniel Butterworth, de 37 años. El piloto, en un acto de valentía y precisión, pudo ubicar la posición desde donde se originaba el láser, lo que facilitó la tarea de los agentes. Al llegar al lugar, en la cuadra 4100 de Clarcona Ocoee Road, se encontraron con un hombre que encajaba perfectamente con la descripción: sin camisa, con un sombrero y una prenda alrededor del cuello.
El arresto de Butterworth fue un golpe a la tranquilidad del condado, y no solo porque apuntar con un láser a un piloto puede tener consecuencias fatales. En el incidente, no se reportaron heridos, pero la situación se vio agravada por la presencia de un objeto sospechoso: una caja de carga que, al encenderse, emitía un láser verde brillante visible a grandes distancias.
Butterworth fue trasladado a la cárcel del condado de Orange bajo el cargo de apuntar una luz láser a un conductor o piloto, dejando a la comunidad preguntándose cómo un acto tan aparentemente simple pudo generar tanta incertidumbre. El caso, sin duda, abrirá un debate sobre la seguridad en el aire y la importancia de la responsabilidad individual.