A principios de este año, la costa de Sydney, Australia, experimentó la aparición de miles de esferas negras de origen desconocido en sus playas. Estas esferas, que despedían un fuerte olor desagradable, despertaron la curiosidad de las autoridades y científicos. Tras semanas de análisis, la Autoridad de Protección Ambiental de Nueva Gales del Sur (NSW EPA) reveló la composición de estas misteriosas esferas.
Los análisis, realizados por la NSW EPA, el Departamento de Cambio Climático, Medio Ambiente, Energía y Agua, la Facultad de Ciencias de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW) y el Centro Analítico Mark Wainwright de la UNSW, determinaron que las "bolas negras" están compuestas por una mezcla de sustancias orgánicas e inorgánicas. Entre los componentes identificados se encuentran ácidos grasos, hidrocarburos de petróleo, cabello humano, restos de comida, arena y bacterias.
Las pruebas confirmaron que estas esferas se originan de la combinación de desechos de una fuente aún por identificar. "Huelen absolutamente repugnante, huelen peor que cualquier cosa que hayas olido jamás", comentó Jon Beves, profesor asociado e investigador de la UNSW. Los científicos de la UNSW incluso llegaron a llamar a estas bolas "mini fatbergs", en referencia a las grandes masas de grasa y desechos que se forman en las alcantarillas.
Si bien la composición de las "bolas negras" ha sido revelada, su origen exacto aún permanece sin determinar. Las autoridades exploran varias hipótesis, incluyendo la posibilidad de un derrame de un barco o una descarga de aguas residuales. La investigación continúa, y se espera que en las próximas semanas se revelen los resultados definitivos que permitan identificar la fuente de estas esferas y tomar las medidas necesarias para prevenir su reaparición.