La vulnerabilidad es un tema clave en este contexto, ya que muchos migrantes no se encuentran dentro de las categorías legales tradicionales de protección, pero aún así enfrentan circunstancias que requieren intervenciones específicas.
Las situaciones de vulnerabilidad pueden originarse por una variedad de factores, que van desde las razones que los obligan a abandonar su país de origen hasta las condiciones adversas a las que se enfrentan durante su tránsito o a su llegada a un nuevo destino. "La vulnerabilidad no es inherente a los migrantes, sino que se deriva de la discriminación y las desigualdades estructurales que enfrentan", destacan expertos en el tema.
En este sentido, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) desempeña un papel fundamental al desarrollar directrices sobre cómo proteger los derechos humanos de los migrantes en situaciones de vulnerabilidad. Estos esfuerzos se realizan en colaboración con otros organismos de las Naciones Unidas y tienen como objetivo proporcionar un marco internacional que guíe la acción de los Estados y otras partes interesadas en la protección de los migrantes.
Las directrices y principios del ACNUDH destacan la necesidad de evaluar la situación de cada migrante de manera individual. Esto es esencial porque cada persona puede estar expuesta a distintos factores de vulnerabilidad que pueden requerir diferentes enfoques en su protección. Algunos de los principios clave incluyen:
- La necesidad de respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de los migrantes, independientemente de su estatus migratorio.
- La provisión de asistencia en áreas clave como la salud, la educación, la vivienda y la seguridad.
- La importancia de la coordinación entre los gobiernos, las organizaciones internacionales y la sociedad civil para garantizar que los derechos de los migrantes sean respetados y protegidos.