El vehículo robado, un Hyundai Sonata gris 2013 con matrícula 364CMU, había sido reportado por su dueño, Robert Deane, quien había salido a buscar un paquete y descubrió que su auto había sido robado. Lo que no sabía en ese momento era que el auto contenía algo mucho más valioso que cualquier objeto material: la vida de dos bebés inocentes.
La policía había estado buscando el vehículo robado con dos bebés de 4 y 5 meses en su interior, y la situación se volvió cada vez más desesperada a medida que pasaban las horas. Sin embargo, fue la intervención de un buen samaritano lo que cambió el curso de los acontecimientos.
Robert Deane, el dueño del auto robado, llamó al 911 después de descubrir que su vehículo había sido robado. Mientras tanto, un hombre llamado Robert Deane (no relacionado con el dueño del auto) salió de su casa y encontró a los dos bebés sentados en sillas de seguridad en una zanja. "No quería ningún crédito", dijo Deane, quien simplemente actuó por instinto y llevó a los bebés adentro para protegerlos del frío.
La policía confirmó que los dos bebés eran las niñas desaparecidas y que estaban a salvo. El oficial del IMPD William Young elogió al buen samaritano, diciendo que "No puedo agradecerle lo suficiente a ese buen samaritano". La policía todavía está buscando al sospechoso y está pidiendo a los testigos o a cualquier persona que tenga información sobre el caso que se presenten o envíen una denuncia anónima.
El vehículo robado fue encontrado cerca de donde dejaron a los niños, y la policía está trabajando para averiguar quién fue el responsable de este delito. La historia de estos dos bebés secuestrados y su rescate milagroso es un recordatorio de la importancia de la intervención comunitaria y la acción rápida en situaciones de emergencia.