Pero, ¿qué sucede realmente con nuestra piel durante estos meses? Expertos como la Dra. Fiorella Amutio Bove, especialista en dermatología con maestría en tricología y certificada por el Consejo Mexicano de Dermatología, explican que la piel se enfrenta a condiciones adversas que pueden exacerbar problemas preexistentes o incluso generar nuevos.
Entre las afecciones más comunes durante la temporada invernal se encuentran:
- Dermatitis atópica: Caracterizada por "irritación y deshidratación de la piel, con erupciones y picazón intensa," según la Dra. Amutio. Afecta a personas de todas las edades.
- Eccema: Se manifiesta con "enrojecimiento, descamación y áreas de piel engrosada o húmeda," frecuentemente en manos y párpados.
- Queilitis: La inflamación de los labios, especialmente la queilitis angular (fisuras en las comisuras), es muy común por la resequedad del ambiente.
- Xerosis (piel seca): Una afección generalizada que se caracteriza por una textura áspera y picazón, mayormente en zonas expuestas.
Para combatir estos malestares, la Dra. Amutio recomienda una estrategia integral que prioriza la hidratación. "La hidratación es fundamental, tanto interna como externa", afirma la especialista. Esto implica:
- Aumentar la ingesta de agua.
- Utilizar cremas humectantes con ácido hialurónico o ceramidas.
- Duchas cortas con agua tibia y jabones neutros.
- Limpieza facial suave (dos veces al día) con productos delicados.
- Uso moderado de retinol, evitando el exceso durante el invierno.
- Utilizar bálsamos labiales humectantes con frecuencia.
- Vestir con ropa suave (algodón o lana) que proteja la piel del frío.
Finalmente, la experta enfatiza la importancia de consultar a un dermatólogo si se presenta piel sensible, dermatitis o alergias. Un diagnóstico preciso y un tratamiento personalizado son cruciales para mantener una piel sana y confortable durante todo el invierno.