La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), preocupada por la contaminación de bayas frescas y congeladas – nacionales e importadas – con virus como la hepatitis A y el norovirus, ha lanzado una nueva estrategia de prevención. Esta iniciativa, desarrollada en colaboración con la industria, busca contrarrestar un problema que, aunque no ha generado epidemias a gran escala en las últimas tres décadas, sí ha causado brotes esporádicos con consecuencias negativas.
Los casos más recientes relacionados con fresas importadas se registraron en 2022 y 2023, identificando a un mismo productor como fuente de la contaminación. La gravedad de la situación se refleja en un reporte de 2023 de un panel conjunto de expertos de la FAO y la OMS, que catalogó a las bayas congeladas contaminadas con hepatitis A y norovirus como uno de los pares virus-producto con “la mayor carga de salud pública mundial”.
La nueva estrategia de la FDA se centra en abordar las lagunas de conocimiento existentes y en impulsar la investigación científica. Se busca mejorar la capacidad de detección y caracterización de virus entéricos en diversos tipos de muestras, así como establecer métodos de laboratorio avanzados para identificar la fuente de la contaminación con mayor precisión. Se detallan acciones específicas que la FDA, la industria y otras partes interesadas deben implementar para asegurar el reporte oportuno y preciso de cualquier incidente, y la aplicación consistente de medidas preventivas a lo largo de toda la cadena de suministro global de bayas.
Entre las acciones clave, se destacan:
- Mejoras en los procesos de recolección y empaquetado.
- Mayor control de la higiene en las plantas de procesamiento.
- Implementación de sistemas de trazabilidad más robustos.
- Desarrollo de nuevas tecnologías para la detección de patógenos.