Un residente, al percatarse de una situación inusual en Snapper Creek Lakes, alertó a las autoridades. Su testimonio, respaldado por un vídeo grabado con su celular, describió lo que parecía ser un secuestro. Un hombre obligaba a una mujer a subir a un Toyota Corolla con placas de Texas, estacionado junto a un camión U-Haul.
Esta pista llevó a la detención de tres ciudadanos cubanos: Lucas Sedeno-Rodríguez, José Luis Villares y Keiner Cicilia-Rodríguez. Los vehículos sospechosos fueron interceptados en la cuadra 6700 de LeJeune Road. El hallazgo dentro de los vehículos dejó a las autoridades impactadas.
Dentro del camión U-Haul, conducido por José Luis Villares, se encontraron 23 migrantes hacinados. El Toyota Corolla, con Lucas Sedeno-Rodríguez al volante y Keiner Cicilia-Rodríguez como pasajero, transportaba a tres migrantes más, incluyendo a la mujer del vídeo. Entre los migrantes, había ciudadanos chinos, ecuatorianos y brasileños.
"La furgoneta U-Haul tenía las ventanas cubiertas con cajas de cartón," según reportes de CBS News Miami, "una táctica común para ocultar a los pasajeros. Solo contaba con los asientos delanteros, obligando a los migrantes a viajar de pie o sentados en el suelo." La ausencia de equipaje y la presencia únicamente de objetos personales reforzó las sospechas de tráfico ilegal.
La investigación reveló que los migrantes habían llegado a Florida en barco desde las Bahamas, desembarcando cerca del canal Snapper Creek, un punto conocido por su uso en operaciones similares. Las declaraciones de los detenidos bajo la lectura de sus derechos Miranda apuntan a una red criminal más amplia con base en las Bahamas. Lucas Sedeno-Rodríguez admitió haber sido contratado por un individuo conocido como “Miggy” para transportar a los migrantes a cambio de $5,000 dólares. José Luis Villares declaró haber sido reclutado por Sedeno-Rodríguez y haber recibido la promesa de $500 dólares por su participación. Keiner Cicilia-Rodríguez, por su parte, se encargó del alquiler del camión U-Haul.
Los tres sospechosos enfrentan cargos federales por transporte ilegal de migrantes. Mientras Sedeno-Rodríguez y Villares permanecen detenidos en el Centro de Detención Federal de Miami, la situación de Cicilia-Rodríguez aún no está clara en los registros federales. La investigación continúa para determinar la extensión de esta red criminal y sus conexiones con otras operaciones similares en la región.