El centro de la controversia es la Obispa Mariann Edgar Budde, la primera mujer en liderar la Diócesis Episcopal de Washington D.C. Su figura ha tomado relevancia tras una emotiva plegaria dirigida al Presidente Trump durante un servicio religioso en la Catedral Nacional.
Durante ese servicio, al que asistió el propio Presidente Donald Trump y su esposa, la Obispa Budde hizo un llamado a la compasión: “Señor presidente: millones han puesto su confianza en usted... En el nombre de Dios, le pido que tenga misericordia para gente en nuestro país que tiene miedo ahora. Hay niños gays, lesbianas y transexuales, y familias demócratas y republicanas e independientes, algunas de las cuales temen por sus vidas”. Este llamado, realizado luego de la firma de diversas órdenes ejecutivas enfocadas en la deportación de inmigrantes y la restricción de los derechos de la comunidad LGBT+, no cayó en oídos sordos.
La respuesta del representante por Georgia, Mike Collins, fue inmediata y polémica. El republicano de 57 años publicó un mensaje en X sugiriendo que la Obispa Budde debería ser incluida en una lista de deportaciones. Su comentario, “La persona que da este sermón debería ser agregada a la lista de deportación,” provocó una lluvia de críticas y generó un intenso debate sobre la libertad de expresión, la defensa de los inmigrantes y los derechos de la comunidad LGBT+ en Estados Unidos.
La Obispa Budde, nacida en Nueva Jersey, ha sido una ferviente defensora de los inmigrantes, argumentando que: “Puede que no sean ciudadanos ni tengan la documentación adecuada, pero la gran mayoría de los inmigrantes no son delincuentes. Pagan impuestos y son buenos vecinos. Son miembros fieles de nuestras iglesias y mezquitas, sinagogas y templos”. Sus palabras refuerzan el debate sobre la contribución de los inmigrantes a la sociedad estadounidense.
Este incidente destaca la polarización política actual y pone de manifiesto la tensión entre diferentes sectores de la sociedad estadounidense en torno a políticas migratorias y de derechos humanos. La situación continúa en desarrollo y promete mantener la atención pública durante los próximos días.