Este miércoles, el presidente Donald Trump tomó una decisión drástica que ha generado fuertes reacciones a ambos lados de la frontera. Su administración, a través de un comunicado oficial desde la Casa Blanca, justificó la medida basándose en consideraciones de seguridad nacional.
Según el comunicado, la orden ejecutiva firmada por Trump “suspende” temporalmente la entrada de migrantes por la frontera sur y “restringe” el acceso al asilo. Se argumenta que esta acción es necesaria para proteger la soberanía nacional, utilizando un lenguaje que describe la situación migratoria como una “invasión”.
La Casa Blanca cita como sustento legal dos pilares fundamentales:
- El Artículo IV, Sección 4 de la Constitución de los Estados Unidos, que asigna al gobierno federal la responsabilidad de proteger a los estados de una “invasión”.
- El Artículo II de la Constitución y la Ley de Inmigración y Nacionalidad, que otorgan al Presidente amplios poderes en materia de inmigración.
La medida ha generado un profundo debate político y social, con repercusiones a nivel internacional. Los detalles de su implementación y sus consecuencias a largo plazo siguen siendo objeto de análisis y especulación.