La reciente investidura del presidente Donald Trump ha traído consigo cambios significativos en la política energética del país. En concreto, una decisión presidencial ha generado un fuerte impacto en la industria automotriz: la suspensión de subsidios federales para la infraestructura de vehículos eléctricos.
Este decreto, firmado el lunes pasado, busca revertir la tendencia hacia la electromovilidad impulsada por la administración Biden. "Tiene intención de terminar con el 'Green New Deal'", afirmó Trump al asumir el cargo, refiriéndose a la iniciativa que incluía ayudas para estimular las ventas de vehículos eléctricos.
Las consecuencias de esta medida ya son palpables en el mercado. Acciones de compañías como Rivian y EVgo, dedicadas a la fabricación de vehículos y estaciones de recarga eléctricas respectivamente, experimentaron caídas en bolsa. Incluso Tesla, a pesar de su cercana relación con Trump, se vio afectada.
La Alianza para la Innovación Automotriz, si bien criticó la decisión, se enfocó principalmente en las implicaciones para California y su legislación autónoma en materia automotriz. John Bozzella, presidente de la Alianza, señaló en un comunicado: "El país debería tener un estándar único, nacional, para reducir emisiones de gases de efecto invernadero en los transportes".
El impacto se extiende más allá del sector automotriz. Se estima que casi la mitad de los 7.800 millones de dólares destinados a instalar nuevas estaciones de recarga se han visto afectados. Proyectos importantes como el de Rivian en Georgia y StarPlus Energy en Indiana, que contaban con apoyo federal, ahora enfrentan una incertidumbre considerable.
Las ventas de vehículos eléctricos (EV) en 2024, aunque con un crecimiento del 7.3% hasta alcanzar los 1.3 millones de unidades, representan menos del 6% del mercado total. A pesar del progreso en diferentes rangos de precios, la nueva política podría frenar este crecimiento. El decreto presidencial ordena una investigación de 90 días para evaluar el impacto de las subvenciones a los vehículos eléctricos y su posible efecto en el aumento de precio de otros tipos de vehículos. La investigación se enfocará en si estas ayudas han favorecido de manera desproporcionada a los autos eléctricos.
El debate sobre el futuro de la electromovilidad en Estados Unidos se intensifica, con implicaciones de gran alcance para la industria, la economía y el medio ambiente.