Trump exige fabricación en Estados Unidos y amenaza con aranceles a empresas internacionales

El protagonista: Donald Trump, en su cuarto día como presidente de Estados Unidos, se dirige a los líderes empresariales mundiales. Su mensaje, directo y contundente, se centra en tres pilares: la reactivación económica estadounidense, la reducción de la inflación y el control de la inmigración ilegal.

Trump, en su discurso, detalla su estrategia para convertir a Estados Unidos en una potencia manufacturera: "Estados Unidos tiene la mayor cantidad de petróleo y gas de cualquier país de la Tierra, y vamos a usarlo. Esto no solo reducirá el coste de prácticamente todos los bienes y servicios, sino que convertirá a Estados Unidos en una superpotencia manufacturera". Esta ambiciosa declaración va acompañada de una advertencia a las empresas internacionales.

La amenaza latente: Aranceles. La frase clave que resonó en Davos fue: "vengan a fabricar en Estados Unidos o pagarán aranceles". Trump deja claro que la producción nacional es su prioridad. Esta medida, según el presidente, no solo impulsaría la economía estadounidense, sino que también generaría empleos y reduciría el costo de vida para los ciudadanos. En sus palabras: "Mi mensaje para todas las empresas del mundo es simple: vengan a fabricar sus productos a Estados Unidos y se beneficiarán de unos impuestos entre los más bajos del mundo. Pero si no los producen en Estados Unidos... entonces, simplemente, tendrán que pagar aranceles".

Más allá de la manufactura, el discurso de Trump abordó otros puntos clave:

• Presión a la OPEP: El presidente estadounidense exigió a Arabia Saudita y a la OPEP una reducción en el precio del petróleo, argumentando que "Si el precio fuera más bajo, la guerra entre Rusia y Ucrania pararía inmediatamente".
• Reducción de tasas de interés: Trump presionó a la Reserva Federal (Fed) para que reduzca "inmediatamente" las tasas de interés, afirmando que "Los tipos de interés deberían seguirnos por todas partes".
• Inversión en tecnología: El mandatario mencionó la intención de impulsar la inversión en inteligencia artificial y criptomonedas, promoviendo así la innovación tecnológica en Estados Unidos.

El impacto inmediato de las declaraciones de Trump se sintió en los mercados internacionales, con una notable caída en los precios del petróleo. El Brent y el West Texas Intermediate sufrieron bajas porcentuales significativas tras el discurso presidencial. El tablero económico global, una vez más, se encuentra en movimiento.

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