En el centro de la controversia se encuentra el Proyecto de Ley 2 del Senado (SB 2), una propuesta que promete revolucionar el acceso a la educación privada en Texas. Impulsada por figuras clave como el gobernador Greg Abbott y el vicegobernador Dan Patrick, la SB 2 propone la creación de "cuentas de ahorro para la educación (ESA)", un sistema de vales escolares que permitiría a las familias utilizar hasta $10,000 de fondos estatales por estudiante para pagar la matrícula en escuelas privadas.
El senador Brandon Creighton, republicano por Conroe y patrocinador del proyecto, justifica la iniciativa argumentando que: “Sabemos que una educación única no funciona para muchos de nuestros estudiantes en Texas”. El programa priorizaría a familias con ingresos anuales iguales o inferiores al 500% de la línea de pobreza federal (aproximadamente $156,000 para una familia de cuatro, según el senador Royce West, demócrata de Dallas, quien cuestiona la efectividad de esta definición de “bajos ingresos” en relación al ingreso medio de Texas).
La SB 2 reserva el 80% de los fondos para familias de bajos ingresos, incrementándose a $11,500 para niños con discapacidades. El 20% restante se abriría a cualquier familia, incluso aquellas que ya pueden pagar escuelas privadas. Este último punto ha generado fuertes críticas.
Los detractores, entre ellos educadores, padres y estudiantes, argumentan que los mil millones de dólares destinados al programa serían mejor invertidos en mejorar las escuelas públicas. Kathleen Degreeff, educadora jubilada, señala la falta de un debate equilibrado durante las audiencias, y Tijuana Hudson, del Instituto de Política Educativa de Texas, critica la ausencia de datos robustos que avalen la eficacia del programa, enfatizando la necesidad de “cuatro puntos de datos críticos para garantizar resultados equitativos y efectivos,” incluyendo el tamaño del programa, su antigüedad, financiación comparable y datos comparables entre estudiantes con y sin ESA.
Otro punto de conflicto radica en las evaluaciones. La SB 2 propone evaluaciones basadas en normas, en lugar de pruebas estandarizadas, lo que según expertos como David DeMatthews, profesor de la Universidad de Texas en Austin, dificultaría una comparación justa entre estudiantes de escuelas públicas y privadas, generando una falta de "información útil para las familias".
Tras su aprobación en el Comité de Educación del Senado, la SB 2 avanza a la cámara en pleno. Su futuro dependerá, en parte, de la decisión del gobernador Abbott de declararla como tema de emergencia. De ser así, la votación podría celebrarse la próxima semana.