Recientemente, varias tribus nativas americanas han denunciado una ola de interrogatorios y detenciones por parte de agentes del ICE, principalmente dirigidos a miembros de sus comunidades. La situación ha generado una creciente preocupación entre los líderes tribales y sus ciudadanos.
La Nación Navajo, con su extensa reserva en Arizona, Nuevo México y Utah, se encuentra en el epicentro de estas denuncias. "Al menos 15 personas han sido interrogadas o detenidas en la última semana", declaró Buu Nygren, presidente de la tribu, a Axios. Estas acciones, según Nygren, no son aisladas y se están repitiendo en otras comunidades.
No se trata solo de la Nación Navajo. Otras tribus como la Mescalero Apache en Nuevo México, la Sisseton Wahpeton Oyate en Dakota del Sur, la Ute Indian Tribe y la Paiute de Utah también han reportado incidentes similares. El patrón común: agentes del ICE solicitando pruebas de ciudadanía a individuos en sus propias tierras, generando un clima de miedo e incertidumbre.
La situación se complica por el contexto legal. Si bien la ciudadanía estadounidense se les otorgó a los indígenas nativos en 1924, algunos abogados de la administración Trump han utilizado una decisión de la Corte Suprema de 1884 para cuestionar este derecho, argumentando que el nacimiento en territorio estadounidense no garantiza automáticamente la ciudadanía para miembros de tribus. Este argumento, según líderes tribales, pone en riesgo el reconocimiento legal de sus comunidades.
Ante esta situación, las tribus han respondido de diversas maneras. Algunas, como la Sisseton Wahpeton Oyate, han tomado medidas como
- Eliminar temporalmente las tarifas para la emisión de identificaciones tribales.
- Ofrecer asistencia legal a sus miembros.
- Emitir alertas y recomendaciones de seguridad.
Mientras tanto, la presencia de agentes federales en tierras tribales, aunque no inédita —desde la administración Obama, ICE y la DEA han realizado operativos en reservas para combatir el tráfico de personas—, ha alcanzado un nuevo nivel de intensidad. El aumento de las redadas migratorias en todo Estados Unidos, en conjunto con la interpretación de anteriores órdenes ejecutivas, ha creado un escenario de tensión sin precedentes para las comunidades indígenas.
La respuesta de las tribus va desde la documentación y el asesoramiento legal hasta la defensa de sus derechos ancestrales. El conflicto entre la soberanía tribal y la aplicación de las leyes migratorias federales se intensifica, planteando interrogantes sobre el futuro de las comunidades indígenas en Estados Unidos.