Esta semana, sin embargo, la incertidumbre se ha elevado considerablemente para Canadá. Fuentes periodísticas de alto nivel reportan que la administración Trump ha notificado oficialmente al gobierno de Justin Trudeau la implementación de aranceles del 25% a la mayoría de sus productos, entrando en vigor el próximo martes, 4 de febrero.
Según reportes de las principales cadenas de televisión canadienses, la excepción a esta medida serían el petróleo y el gas, que estarán sujetos a un arancel del 10%. Esta decisión sigue a los anuncios previos del presidente Trump, quien el pasado viernes anunció la imposición de aranceles al petróleo y gas importado a partir del 18 de febrero. Si bien en ese momento no especificó los países afectados, la decisión de ahora apunta claramente a Canadá, y posiblemente a México.
El primer ministro Trudeau, quien previamente había advertido sobre una respuesta “inmediata, determinada, con fuerza pero razonable”, se espera que ofrezca una declaración pública este sábado a las 18:00 h (hora local) para abordar esta situación. Se especula que las medidas de represalia podrían incluir contramedidas arancelarias o renegociaciones comerciales más agresivas.
Las repercusiones de estas acciones son considerables. Se espera que impacten significativamente en el comercio bilateral entre Estados Unidos y Canadá, afectando diversos sectores de la economía canadiense y, potencialmente, generando inestabilidad en los mercados. La respuesta de Canadá a estos aranceles será crucial para definir el curso de las relaciones comerciales entre ambos países en el futuro cercano.
Cabe mencionar que el anuncio de los aranceles del 25% a importaciones de México, también mencionado por Trump, aún no ha sido formalmente notificado al gobierno mexicano, generando una expectativa considerable en torno a la próxima respuesta del país.