Walmart, la gigante minorista, ha presenciado la remoción de letreros que identificaban secciones como "comida hispana" en varias de sus tiendas en Estados Unidos. Imágenes y videos que circulan en plataformas como TikTok muestran los pasillos, antes identificados claramente, ahora sin la señalización que distinguía productos como mole, Maseca, o Tajín –elementos básicos de la cocina mexicana y latinoamericana–.
La ausencia de un comunicado oficial de Walmart ha alimentado las especulaciones. Mientras algunos lo ven como una simple reorganización, otros lo interpretan como un reflejo de un clima social más complejo.
La coincidencia con las recientes medidas migratorias de la administración Trump, incluyendo redadas del ICE que han resultado en la detención de más de 4,500 indocumentados, ha intensificado la controversia. "Es una falta de sensibilidad hacia la comunidad hispana", comentan algunos usuarios en redes sociales.
Este hecho ha impulsado movimientos como el "Freeze Latino Movement", un boicot propuesto para presionar a grandes compañías como Walmart y Target a adoptar posturas más claras en defensa de los derechos de la comunidad latina. La iniciativa busca generar un impacto significativo en un momento de alta tensión social.
El debate se extiende más allá de la simple presencia o ausencia de un letrero. Se cuestiona la representación de la cultura hispana en el mercado estadounidense, y cómo las acciones de grandes corporaciones pueden impactar la percepción y el trato de las minorías.
La eliminación de estos letreros, más allá de su aparente simplicidad, ha abierto una conversación sobre la visibilidad de la cultura y el rol de las empresas en un contexto sociopolítico cambiante. La atención se centra ahora en la respuesta –o falta de ella– de Walmart, y el impacto a largo plazo en la relación con su importante clientela hispana.