Su viaje a la Casa Blanca no es una visita protocolaria cualquiera. Ishiba, quien asumió el cargo en octubre, se enfrenta al reto de reconstruir la excepcional relación que existió entre Donald Trump y su predecesor, el difunto Shinzo Abe. Un vínculo forjado, según muchos, en campos de golf y cenas privadas en Mar-a-Lago. “Serán nuestras primeras conversaciones cara a cara, por lo que me gustaría centrarme en construir una relación personal de confianza”, declaró Ishiba a la prensa antes de partir.
Pero la agenda de Ishiba va más allá de la diplomacia personal. La visita, que se extendió por unas 24 horas, incluyó un almuerzo de trabajo y una conferencia de prensa con Trump. Se espera que se abordaran temas cruciales para la relación bilateral.
Entre los puntos clave de discusión, destacan:
- Ejercicios militares conjuntos: La creciente asertividad de China en el Pacífico y la amenaza nuclear de Corea del Norte exigen una cooperación militar estrecha.
- Inversión japonesa en Estados Unidos: Con un déficit comercial de más de 68.000 millones de dólares en 2024, Ishiba buscará contrarrestar la visión de Trump sobre la “justicia económica”, recordándole la significativa inversión japonesa y el empleo generado en el país norteamericano. “Trump presta mucha atención al déficit comercial”, comentó un alto funcionario de la administración Trump.
- Adquisición de US Steel por Nippon Steel: La compleja situación de la adquisición de US Steel por 14.100 millones de dólares, bloqueada por Biden por motivos de seguridad nacional, plantea un reto diplomático. Ishiba está preparado para defender la postura japonesa, argumentando que la transacción se alinea con la visión industrial de Trump.
- Gasto en defensa: El compromiso de Japón de aumentar su gasto en defensa al 2% de su PIB para 2027, aunque insuficiente para Trump, quien presiona por un 5%, será otro punto de fricción y negociación.
- Cooperación en IA: Ishiba busca profundizar la colaboración entre Japón y Estados Unidos en inteligencia artificial, un sector que Trump ha priorizado recientemente. Su encuentro previo con Masayoshi Son (SoftBank) y Sam Altman (OpenAI), figuras claves en este ámbito, refleja la importancia de esta área.
El senador Bill Hagerty, ex embajador de Trump en
Japón, sugirió incluso que una partida de golf podría ser la clave para afianzar la relación.
"Espero que retome sus clases de golf", dijo Hagerty,
"porque considero que la diplomacia del golf es una oportunidad maravillosa para nosotros". La visita de Ishiba marca un nuevo capítulo en la relación entre Estados Unidos y Japón, un capítulo que se escribirá en el contexto de una geopolítica compleja y un liderazgo estadounidense en constante cambio.
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