Caen las detenciones en la frontera: Albergues vacíos y menores cruces ilegales en Texas y Tucson
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Hablamos de cifras sorprendentemente bajas en los cruces ilegales, un panorama que ha generado comentarios contrastantes entre agentes fronterizos y trabajadores de albergues en ciudades como El Paso y McAllen, Texas; y Tucson, Arizona. Los datos, recogidos por The New York Times, son contundentes: una disminución drástica en las detenciones y encuentros con inmigrantes.
En McAllen, un albergue que a mediados de enero albergaba a 97 migrantes, reportó una reducción a tan solo 9 al final del mes. En San Antonio, un albergue de Cáritas incluso planea cerrar sus puertas por falta de solicitantes. En Tucson, la zona alguna vez más activa de la frontera, las detenciones semanales bajaron de 1,200 a aproximadamente 450. "Es la cifra más baja que he visto en… ni siquiera recuerdo cuánto tiempo," declaró Sean McGoffin, jefe de la Patrulla Fronteriza en Tucson, quien atribuye este cambio a la "certeza del arresto y la deportación".
Este cambio radical no se limita al número de detenciones. La estrategia de los migrantes también se ha modificado. En lugar de entregarse en masa para solicitar asilo, la mayoría ahora intenta evadir la detección utilizando rutas más riesgosas, atravesando cañones y montañas. Esta situación ha generado un cambio en la moral de los agentes fronterizos, quienes ahora se enfocan más en la búsqueda de contrabandistas y criminales.
"Se siente bien ser agente ahora," comentó Teresa Fast, una agente de la Patrulla Fronteriza en Nogales, Arizona, al NYT. "Salir y detener a los malos. Es lo que firmamos para hacer."
La relación directa entre estas cifras y las políticas implementadas por el Presidente Donald Trump tras declarar una emergencia nacional en la frontera el primer día de su mandato, aún es incierta. Sin embargo, el análisis de datos históricos, incluyendo las cifras de los primeros meses del primer mandato de Trump, ofrecen un contexto importante para comprender la complejidad de este fenómeno.
Independientemente de las causas, la situación en la frontera sur presenta una nueva realidad, una que invita a un análisis profundo y a la observación continua de las tendencias en los próximos meses.