Masacre de Idaho: Llamada al 911 revela horror antes del crimen

Detalles escalofriantes comenzaron a filtrarse semanas después, a través de una grabación que se ha convertido en un escalofriante eco del horror: una llamada al 911. No se trataba de un simple reporte, sino de una secuencia de angustiosos segundos que revelan la desesperación de quienes se enfrentaron a una pesadilla inimaginable. El audio, obtenido por NBC News, retrata la confusión inicial y el creciente terror ante una realidad aterradora.
"Una de las compañeras de piso se desmayó y estaba borracha anoche, y no se despierta", se escucha a una mujer decir al operador, sus palabras entrecortadas por el llanto y la incertidumbre. "Ah, y anoche vieron a un hombre en su casa". Esta frase, aparentemente trivial al principio, se convierte en un inquietante presagio de lo que vendría después.
La llamada se va tornando cada vez más frenética. Se percibe la respiración agitada de alguien presa del pánico, mientras otra voz masculina grita desesperadamente: "¡Salgan, salgan, salgan!". La pregunta del operador, "¿Está respirando?", es respondida con un devastador "No". El operador intenta guiarlos en el uso de un desfibrilador que, según se indica, se encontraba en la vivienda. El relato culmina abruptamente, dejando un silencio que resuena con la gravedad de lo sucedido.
El centro de la tragedia: una casa en King Road, donde Madison Mogen, Kaylee Goncalves, Xana Kernodle y Ethan Chapin, cuatro jóvenes estudiantes de la Universidad de Idaho, fueron brutalmente asesinados a puñaladas. Sus vidas, llenas de sueños y proyectos, se vieron truncadas de manera abrupta y violenta.
Las autoridades apuntan a Bryan Kohberger, un estudiante de doctorado de 30 años de la Universidad Estatal de Washington, como el principal sospechoso. Kohberger enfrenta cuatro cargos de asesinato en primer grado y un cargo de robo. Su juicio, programado para el 11 de agosto, promete desentrañar los detalles de esta atroz masacre. La búsqueda de respuestas, y la posibilidad de un cierre para las familias de las víctimas, quedan suspendidas en la espera de la justicia.
El motivo de este terrible acto sigue siendo una incógnita, envuelto en el misterio que rodea a esta trágica historia que marcó a una comunidad y a todo el país. Los detalles que emergen continúan siendo profundamente perturbadores y dejan un profundo vacío en la narrativa.