California: Falsas alarmas de bomba paralizan Claremont y Loma Linda

El epicentro de esta situación se encuentra en dos incidentes que ocurrieron en días consecutivos: el Claremont McKenna College y el Hospital Infantil de Loma Linda. En ambos casos, llamadas anónimas al 911 alertaron sobre la presencia de un individuo armado con explosivos, desatando pánico y obligando a la evacuación y confinamiento de estudiantes, personal y pacientes.
En Claremont McKenna, según Stella Dean, coordinadora de eventos del colegio, "Muchos estudiantes y profesores que estaban en el campus tuvieron que refugiarse en Scripps College, lo cual fue realmente aterrador. O muchos tuvieron que refugiarse en el comedor, donde no había ventanas ni información". El despliegue policial fue inmediato, pero tras una exhaustiva búsqueda, se confirmó que se trataba de una falsa alarma, un caso de swatting.
Similarmente, el Hospital Infantil de Loma Linda experimentó una situación de alta tensión. Gloria Orejel, oficial de información pública del Departamento del Sheriff del Condado de San Bernardino, explicó: "Un individuo dijo estar armado con un rifle y una bomba, y que escuchaba voces que le ordenaban matar gente en el Hospital Infantil de Loma Linda. Tras dos horas de búsqueda metódica piso por piso, determinamos que se trataba de una llamada de swatting".
Las consecuencias de estas llamadas falsas son significativas. Como señala Orejel: "Esas llamadas de menor prioridad que están en espera podrían retrasarse porque nos han enviado recursos. Esto afecta a toda la comunidad". El desvío de recursos destinados a emergencias reales representa un riesgo para la seguridad pública y genera una carga adicional sobre las fuerzas del orden.
Las autoridades investigan si ambos incidentes están relacionados y trabajan para identificar a los responsables. La investigación se centra en determinar el móvil detrás de estas llamadas y prevenir futuras ocurrencias. Hasta el momento, no se han reportado arrestos.
La situación subraya la gravedad del swatting y sus implicaciones. Más allá del pánico y el trastorno emocional que genera, este tipo de actos delictivos comprometen la seguridad y la eficiencia de los servicios de emergencia, impactando directamente en la comunidad.