Destrucción masiva: tormentas dejan más de 42 muertos en Estados Unidos

Los estados más afectados fueron Missouri, Mississippi, Carolina del Norte, Texas, Arkansas, Oklahoma, y Kansas. La cifra de víctimas mortales se elevó rápidamente, superando las expectativas iniciales. En Missouri, el gobernador demócrata, Mike Kehoe, confirmó "doce víctimas mortales y la desaparición de una persona", además de cientos de estructuras dañadas y más de 20,000 personas sin electricidad. La situación se agravó con la aparición de 130 incendios forestales, algunos de los cuales afectaron viviendas.
El impacto en Mississippi fue igualmente devastador. El gobernador Tate Reeves reportó seis muertes confirmadas en los condados de Covington, Jeff Davis y Walthall, junto con tres desaparecidos. En Carolina del Norte, la tragedia golpeó a una familia cuando "dos hermanos menores de edad murieron tras quedar atrapados bajo un árbol caído", según el Departamento de Bomberos. Las autoridades advirtieron sobre la amenaza persistente de inundaciones debido a las lluvias.
Texas también sufrió las consecuencias, con cuatro muertes registradas en accidentes automovilísticos causados por la baja visibilidad y fuertes vientos. En Arkansas, se reportaron tres muertes y 29 heridos a causa de tornados y tormentas eléctricas. Oklahoma, por su parte, contabilizó cuatro muertos y 142 heridos, además de más de 400 viviendas dañadas, y permaneció bajo alerta roja por riesgo de incendios.
El impacto en Kansas se manifestó en una serie de accidentes vehiculares: "Más de 50 vehículos colisionaron el viernes debido al viento y una visibilidad casi nula, lo que derivó en ocho víctimas mortales", según reportes oficiales. Finalmente, en Alabama, la gobernadora Kay Ivey confirmó tres muertes, incluyendo "una mujer de 82 años cuya casa prefabricada fue destruida por un tornado."
La cifra total de fallecidos supera las 42 personas, con al menos cuatro desaparecidos. Millones de personas permanecieron bajo alerta roja mientras el sistema meteorológico avanzaba. La magnitud de los daños y las labores de reconstrucción serán un desafío considerable para las comunidades afectadas.