Tormenta de hielo paraliza el medio oeste de EEUU

En la región de los Grandes Lagos, más de 400,000 personas se enfrentaron a la oscuridad, literalmente. Una tormenta de hielo sin precedentes en Michigan, Indiana y Wisconsin dejó sin electricidad a un número considerable de hogares y negocios. "Es como si el invierno hubiera decidido quedarse un poco más", comentó Ryan Brege, director gerente de la Comisión de Carreteras del Condado de Alpena, describiendo una situación que se asemeja más a un paisaje invernal que a los primeros días de la primavera.
La situación en Alpena, a unos 402 kilómetros al norte de Detroit, es particularmente crítica. Alpena Power informó que casi la totalidad de sus 16,750 clientes están sin luz. Jesika Fox, una residente de 36 años, relata la odisea de conducir más de 40 minutos para conseguir combustible para un generador, tras quedarse sin electricidad desde el sábado por la noche. “Acabamos de pasar por una clínica veterinaria. Un árbol destrozó toda la esquina delantera del edificio”, compartió, ilustrando el impacto generalizado del fenómeno.
El impacto no se limita a la falta de electricidad. Las acumulaciones de hielo, de entre 1.2 y 2.5 centímetros, han provocado la caída de árboles y líneas eléctricas, paralizando la vida cotidiana. Iglesias, escuelas y estaciones de bomberos, algunas aún con energía, se han convertido en refugios improvisados. Las compañías eléctricas advierten que el restablecimiento del servicio podría llevar hasta el lunes, especialmente en zonas rurales. Incluso la Iglesia Luterana Calvario en Merrill, Wisconsin, tuvo que cancelar sus servicios dominicales, expresando en un comunicado: “¡Oramos para que todos se mantengan a salvo!”
Mientras tanto, en el centro de Tennessee, el panorama es diferente, pero no menos preocupante. Se esperan tornados y granizo con vientos de hasta 112 kilómetros por hora. El Servicio Meteorológico Nacional ha emitido alertas urgentes, instando a la población a prepararse para las condiciones extremas previstas para la noche del domingo.
En contraste con la devastación por hielo y viento, en Carolina del Sur se reportan avances en el control de los incendios forestales en las montañas Blue Ridge. Las lluvias, según Derrick Moore, jefe de operaciones del Equipo Azul de bomberos del Área Sur, ofrecen un rayo de esperanza: “Gracias por sus oraciones. Están siendo escuchadas. Hay lluvia en el aire”.