Estados Unidos triplica redadas del ICE en lugares de trabajos

En el centro de esta situación se encuentra Tom Homan, asesor de seguridad nacional y control migratorio de Estados Unidos, quien en una reciente conferencia de prensa en la Casa Blanca, ha anunciado una drástica escalada en las redadas del ICE. Según sus declaraciones, “El número de acciones de cumplimiento de la ley en lugares de trabajo se ha triplicado este año y se triplicará de nuevo.”
Estas acciones, según el gobierno, buscan combatir la inmigración indocumentada y la trata de personas o trabajo forzado. Homan atribuye el aumento de las redadas a las políticas "santuario" de ciertas ciudades, que dificultan la colaboración entre la policía local y el ICE. Su estrategia se basa en la premisa de que “Si no podemos arrestarlos en la comunidad (sus viviendas), los arrestaremos en su lugar de trabajo.”
Sin embargo, la situación es más compleja. La administración actual, a pesar de defender estas redadas, enfrenta contradicciones. El mismo presidente Donald Trump, en una reunión de gabinete el pasado 10 de abril, sugirió la posibilidad de flexibilizar las prioridades de deportación para trabajadores agrícolas y hoteleros, reconociendo la dependencia de estos sectores en la mano de obra inmigrante. Su declaración: “Tenemos que cuidar de nuestros agricultores, hoteles, y, ya saben, diversos sectores donde necesitan a la gente, trabajaremos con mucho cuidado en eso,” refleja una ambivalencia en la política migratoria actual.
Las consecuencias de estas medidas son palpables. Los operativos de ICE y la CBP no se limitan a grandes empresas; se han reportado detenciones de trabajadores agrícolas y jornaleros en distintos puntos, incluyendo un operativo reciente en el condado de Los Ángeles donde cerca de 20 jornaleros fueron arrestados en el estacionamiento de una tienda de artículos de construcción. Un evento similar en enero pasado dejó más de 200 indocumentados, en su mayoría campesinos mexicanos, detenidos en el Valle Central de California.