Según datos analizados por la Universidad de Syracuse, "el 46% de los centros de detención excedieron su capacidad contratada en abril", pese a que el sistema en conjunto mostraba 15,000 camas vacantes. La contradicción salta a la vista:
- El centro Krome North en Florida albergó 1,200 personas por encima de su límite
- La cárcel de Pine Prairie en Texas superó en 400 detenidos su capacidad
- Mientras tanto, 45 instalaciones reportaban ocupación por debajo del 70%
El caso de
Rodolfo Villanueva Aguilar ejemplifica las consecuencias humanas. Detenido en Los Ángeles junto a su hijo Dennis, fue enviado a El Paso -a 1,200 km de distancia- pese a existir centros disponibles en California.
"Es una estrategia para desgastar a los detenidos y sus abogados", denuncia la Coalición por los Derechos de los Inmigrantes.
Los registros muestran que esta práctica no es excepcional. Durante el año fiscal 2025, 84 de 181 centros violaron sus límites contractuales en algún momento. La justificación oficial alega "razones operativas", pero los defensores señalan que dificulta el acceso a:
- Asesoría legal oportuna
- Visitas familiares regulares
- Recopilación de pruebas para sus casos
Mientras el debate sobre la reforma migratoria continúa en Washington, estos traslados sistemáticos plantean serias dudas sobre el cumplimiento de los protocolos básicos de derechos humanos dentro del sistema de detención.
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