Colectivos de familiares de desaparecidos de diferentes estados del país han denunciado una terrible realidad: en los últimos 13 años, 22 personas buscadoras han sido asesinadas. El Movimiento por Nuestros Desaparecidos México (MNDM) ha recopilado datos alarmantes sobre la situación de las personas buscadoras, revelando un panorama sombrío y peligroso.
Las entidades con el mayor número de asesinatos de buscadoras son Guanajuato, con cinco, y Sonora, con tres. De las 22 víctimas, 12 eran mujeres y 10 hombres. La mayoría de las víctimas eran madres o padres de las personas desaparecidas, con un 36.36% y 27.27%, respectivamente. El resto eran hermanos, hermanas o parejas sentimentales.
El año más letal para las personas buscadoras fue 2022, con cinco asesinatos. A pesar de los riesgos, el MNDM cuenta con más de 125 colectivos de familiares de desaparecidos en todo el país. El mecanismo de protección para defensores de derechos humanos y periodistas brinda apoyo a alrededor de 300 personas buscadoras, pero el número de colectivos representa un desafío para la atención individualizada y la implementación de planes de protección.
Las agresiones que enfrentan los familiares de desaparecidos van más allá de la violencia física. La estigmatización, la violencia digital, los allanamientos, los ataques armados, la desaparición forzada y las agresiones letales son solo algunas de las violencias que enfrentan. Estos actos tienen un impacto devastador en la salud emocional de los buscadoras, manifestándose en estrés, síndrome postraumático, ansiedad, miedo, incertidumbre, desesperanza, enojo y tristeza.