La deuda de Pemex asciende a 97 mil 300 millones de dólares, y su necesidad de apoyo del gobierno para satisfacer sus requerimientos de liquidez cada año es cada vez más costosa. De acuerdo con el informe, para 2026, Pemex requeriría unos 17 mil 400 millones de dólares del gobierno para continuar con su política actual centrada en la refinación, lo que supera ampliamente el promedio anual de 9 mil 200 millones de dólares durante el periodo 2019-2023.
Los analistas de Moody's, Roxana Muñoz y Marcos Schmidt, destacaron que los indicadores crediticios de la petrolera siguen debilitándose, con un flujo de efectivo libre negativo a medida que la empresa se centra en su negocio de refinación, que genera pérdidas, para aumentar la producción de combustible. A la par, la compañía limita su inversión en exploración y producción.
Moody's planteó dos escenarios para Pemex: en el primero, la empresa requerirá un mayor apoyo del gobierno en los próximos años para cubrir sus obligaciones de deuda y requerimientos de liquidez; en el segundo, refinancia su deuda en 2025 con la ayuda del gobierno. Sin embargo, incluso si el refinanciamiento de la deuda eliminara la necesidad de depender del apoyo del gobierno para cubrir sus vencimientos de deuda a largo plazo, aumentaría el riesgo de atravesar un canje de deuda forzoso en caso de que haya pérdidas para los inversionistas.
Una mayor probabilidad de un canje de deuda forzoso y pérdidas excesivas para los tenedores de bonos aumentarían la presión sobre la calidad crediticia de Pemex e incluso conducirían a tasas de interés más altas en futuras emisiones de deuda. "Si bien esta estrategia mejoraría significativamente la liquidez, la empresa continuará generando un flujo de efectivo libre negativo", mencionó la calificadora.