Una camioneta abandonada, un escenario macabro que rápidamente se convirtió en el epicentro de una investigación compleja. El descubrimiento, alrededor de las 11:45 a.m. del lunes 16 de noviembre, reveló el cuerpo sin vida de tres mujeres dentro de una camioneta Chevrolet Tahoe blanca con placas de California. La escena, según informes extraoficiales, incluía una cartulina verde con un mensaje que se presume pertenece a un grupo del crimen organizado. Esta información, aún sin confirmación oficial, añade un nivel de intriga a un caso ya de por sí escalofriante.
La Fiscal General del Estado, María Elena Andrade Ramírez, confirmó la detención de un sospechoso, un individuo que portaba una credencial que lo identificaba como teniente de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Al momento de su aprehensión, se le encontró en posesión de drogas y un arma de fuego que, al parecer, no era parte de su equipo reglamentario. Este dato clave plantea preguntas sobre su posible vinculación con las fuerzas armadas y su posible participación en el crimen.
El detenido, actualmente recluido en el penal de La Mesa, en Tijuana, se encuentra bajo investigación. La Fiscalía General de la República (FGR) podría asumir el caso, o bien, podría proceder bajo la justicia militar, dependiendo de si se determina su situación activa o no dentro de las Fuerzas Armadas. Las próximas 48 horas serán cruciales para recabar las pruebas necesarias.
Se especula que el sospechoso fue detenido por la Policía Municipal mientras conducía una camioneta Honda Pilot, presuntamente utilizada en la huida. Las edades de las víctimas, según los primeros informes, oscilan entre los 25 y 30 años, y se cree que murieron por asfixia, aunque esto aún requiere confirmación mediante la necropsia. "Los resultados de la necropsia serán fundamentales para determinar la causa exacta de la muerte", comentó una fuente cercana a la investigación.
La identificación de las víctimas aún está pendiente, y la investigación se encuentra en una etapa crucial. La búsqueda de justicia para las tres mujeres y la clarificación del rol del sospechoso en el crimen, mantendrán a Tijuana en vilo.