Las decisiones que se tomen en los próximos meses marcarán el rumbo del país en los años venideros. En el centro de la escena se encuentra la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, quien ya ha esbozado sus prioridades para el próximo año. Entre ellas destaca la consolidación de proyectos de inversión multimillonarios, principalmente con capital estadounidense, como anunció previamente el secretario de Economía, Marcelo Ebrard. Estos proyectos representan una apuesta significativa para el crecimiento económico del país.
Sin embargo, la agenda de Sheinbaum no se limita al ámbito económico. La administración deberá también abordar los preparativos para la revisión del T-MEC (Tratado México, Estados Unidos, Canadá). Este proceso se presenta como un desafío considerable, especialmente ante las posibles presiones del próximo presidente estadounidense, Donald Trump, quien ha amenazado con aplicar aranceles en caso de no solucionarse temas como el tráfico de migrantes y fentanilo.
En palabras de la propia presidenta: “Va a ser un buen año, vamos a consolidar esto que hemos hablado de los proyectos de inversión… vamos a consolidar el proyecto. Tenemos que garantizar el tratado comercial…” Además de la revisión del tratado, Sheinbaum mencionó la iniciación de obras de infraestructura, incluyendo nuevas líneas de tren, como parte de los planes para el desarrollo del país.
Pero quizás el evento más trascendental del 2025 sea la primera elección del Poder Judicial en la historia de México, y del mundo. El 1 de junio, la ciudadanía mexicana elegirá directamente a jueces, magistrados y ministros de la Corte. Como señaló Sheinbaum: “el primero de junio va ser la elección, por primera vez las y los mexicanos vamos a elegir a las y los jueces, magistrados y ministros de la corte que es histórico en México y en el mundo”. Este proceso representa un cambio paradigmático en el sistema judicial mexicano, con implicaciones de largo alcance para la justicia y la gobernanza del país.
El año 2025 se presenta como un periodo de transformaciones significativas para México, con desafíos y oportunidades que definirán el futuro del país. La gestión de estos retos requerirá una estrategia cuidadosa y una efectiva colaboración entre los diferentes actores involucrados.