El suceso, que inicialmente parecía un hecho aislado, se entrelaza con una compleja red de violencia que afecta al estado de Sinaloa. El epicentro del incidente fue un centro de rehabilitación ubicado en la calle Tabachines. Alrededor de las 8:00 PM, un grupo armado irrumpió en el lugar, abriendo fuego contra el inmueble antes de incendiarlo. La rápida respuesta de la Policía Municipal, Protección Civil y Bomberos de Mazatlán fue crucial para controlar el incendio y rescatar a quienes se encontraban en el interior. Las autoridades aún no han confirmado el número exacto de heridos ni la gravedad de sus lesiones, pero sí han confirmado que fueron trasladados a hospitales locales.
La Secretaría de Seguridad Pública municipal emitió un comunicado instando a la calma y a evitar la difusión de información no verificada. "Pese a la gravedad de los hechos, la situación no se ha extendido a otras zonas de la ciudad," se lee en el comunicado. La Vicefiscalía Zona Sur de Sinaloa está a cargo de la investigación, explorando varias líneas, incluyendo la posibilidad de que el ataque esté relacionado con conflictos entre grupos delictivos. Las autoridades trabajan para determinar si el ataque fue dirigido específicamente al centro de rehabilitación o si fue parte de un enfrentamiento previo.
Este suceso, lamentablemente, no es un caso aislado. Se suma a una ola de violencia que ha golpeado Sinaloa en los últimos meses, principalmente debido a la guerra interna del Cártel de Sinaloa. Un hecho particularmente relevante que ocurrió un día antes en Culiacán: el asesinato de Halexy Guadalupe V., miembro del equipo de seguridad de Omar García Harfuch, jefe de la estrategia contra el crimen organizado del gobierno federal.
El asesinato de Halexy Guadalupe V. ha generado conmoción, con el propio García Harfuch declarando en su cuenta de X (antes Twitter): “Este hecho no quedará impune y los responsables serán detenidos”. Reportes de medios locales vinculan este ataque con Jesús Alfredo Beltrán, alias “El Mochomito”, miembro del Cártel de Sinaloa.
La escalada de violencia en Sinaloa se ha intensificado desde la captura de Ismael “Mayo” Zambada en julio pasado. Esta detención ha generado una lucha entre facciones rivales, dejando una cifra alarmante de víctimas. Se estima que al menos 500 personas han perdido la vida en este contexto de violencia durante este año. La situación en el estado sigue siendo tensa, con la población local viviendo bajo la sombra de la creciente inseguridad.