El cruce de Arteaga y Emilio Carranza, un punto neurálgico del tráfico regiomontano, fue el escenario de un trágico accidente. Un taxi tipo Tsuru, conducido de manera imprudente, se convirtió en el protagonista involuntario de una historia con un final desgarrador.
Se confirmó que el conductor del taxi omitió la señal de alto en el semáforo, un descuido con consecuencias devastadoras. Su decisión precipitó una colisión con un camión urbano de la ruta 185, impactando con una fuerza brutal. Dentro del taxi, una pareja viajaba en la parte trasera. El impacto los dejó atrapados. Para la mujer, la ayuda llegó demasiado tarde. “Ya no contaba con signos vitales,” confirmaron los paramédicos de la Cruz Roja que llegaron al lugar. Su acompañante, el hombre, aún respiraba, pero tras quince minutos de reanimación cardiopulmonar, también falleció.
Mientras tanto, el conductor del Tsuru quedó prensado entre los hierros retorcidos. Equipos de Protección Civil tuvieron que emplear técnicas de extracción para liberarlo. Por fortuna, los ocupantes del camión urbano resultaron ilesos, aunque recibieron atención médica preventiva.
La escena del accidente se llenó de sirenas y luces de emergencia. Elementos de Protección Civil estatal y municipal, paramédicos de la Cruz Roja y CRUM, y oficiales de Tránsito de Monterrey trabajaron en conjunto para atender la emergencia. Una investigación exhaustiva se ha abierto para esclarecer los detalles del suceso y determinar las responsabilidades correspondientes.
La lista de unidades de emergencia en el lugar incluyó:
- Protección Civil estatal
- Protección Civil municipal
- Cruz Roja
- CRUM
- Tránsito de Monterrey
El silencio de las calles del centro de Monterrey esa mañana contrastaba con la magnitud de la tragedia que acababa de ocurrir, dejando un vacío irreparable en las vidas de quienes perdieron a sus seres queridos.