El escenario: la colonia Topo Chico, un punto donde la vida nocturna se mezcla con la cotidianidad. Aproximadamente a las 2:00 AM del domingo, la tranquilidad se desvaneció en el cruce de las calles Lampazos y Treviño, frente a una barbería local. Tres jóvenes, amigos o conocidos, se encontraban ahí, su conversación interrumpida brutalmente por la llegada de hombres armados.
El ataque fue directo, sin contemplaciones. Las ráfagas de disparos dejaron un saldo desgarrador: un menor de 17 años muerto, con heridas de bala en el abdomen; y otros dos jóvenes, de 16 y 23 años, gravemente heridos. Uno de los heridos intentó escapar, pero fue alcanzado y asesinado a pocos metros del lugar inicial del ataque.
La escena fue de caos. "Era una locura, nunca había visto algo así", comentó una vecina, quien prefirió mantener el anonimato. La llegada de los servicios de emergencia fue inmediata. Paramédicos de la Cruz Roja trasladaron a los heridos al Hospital Universitario, mientras que la escena del crimen se convertía en un foco de atención para las autoridades.
La respuesta de las autoridades fue contundente. Una fuerte movilización policial se desplegó en la zona. Elementos de la Guardia Nacional, agentes ministeriales y Fuerza Civil resguardaron el área durante horas. Agentes de Servicios Periciales recogieron evidencia en busca de pistas para dar con los responsables. La investigación continúa, buscando respuestas a las preguntas que dejan estos hechos: ¿Quiénes eran los agresores? ¿Qué motivó este ataque? Las respuestas aún están pendientes.
La colonia Topo Chico, como muchas otras, lucha por recuperar la paz y la seguridad. La investigación avanza, pero el dolor y la incertidumbre siguen presentes entre sus habitantes, un recordatorio de la violencia que acecha en las calles.