En el contexto de las tradiciones mexicanas, la llegada de un nuevo año, especialmente el 2025, se convierte en un momento propicio para llevar a cabo ciertos rituales que, según la creencia popular, atraen la abundancia financiera. Hablamos de prácticas que van más allá de la simple superstición, y que se basan en la manifestación consciente y la programación mental.
Este año, algunos rituales destacan por su simplicidad y efectividad. Entre ellos, encontramos:
- Monedas en los zapatos: La tradición indica que colocar una o varias monedas de oro (o un billete pequeño) en el zapato derecho antes de la medianoche del 31 de diciembre, visualizando un flujo constante de dinero, atraerá prosperidad durante todo el año. Se recomienda dejar las monedas en el zapato hasta la mañana del 1 de enero.
- Lentejas para la abundancia: Otro ritual popular consiste en lanzar un puñado de lentejas al aire al inicio del año nuevo, mientras se dice: "Abundancia y prosperidad vienen a mí". Las lentejas recogidas se guardan en una bolsita de tela y se mantienen en la billetera o un lugar seguro durante todo el año, representando la expansión y estabilidad económica.
- Vela verde: La vela verde, símbolo de la energía del dinero, se enciende después de la cena del 31 de diciembre. Mientras arde, se repiten afirmaciones positivas como: "El dinero fluye hacia mí de manera constante y abundante". Dejar que se consuma completamente es crucial para el ritual.
- Romero para la transformación: Este ritual implica reunir recibos de compras del año y escribir en el reverso de cada uno: "Todo lo gastado vuelve a mí multiplicado". Posteriormente, se queman los recibos con una ramita de romero encendida, esparciendo las cenizas en el jardín o una planta. El romero, además de representar prosperidad, simboliza la purificación y liberación de bloqueos económicos.
Más allá de la efectividad que cada quien le atribuya a estos rituales, lo importante radica en la intención y la energía positiva que se invierte en ellos. Se trata de una forma de conectar con nuestras metas financieras a través de acciones simbólicas, enfocando la mente en la abundancia y la gratitud.
Es fundamental recordar que la prosperidad no solo se basa en rituales, sino también en la planificación, el esfuerzo y la gestión inteligente de los recursos. El inicio de un nuevo año representa la oportunidad ideal para establecer metas realistas y trabajar hacia su consecución.
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