En México, la tradición y la espiritualidad se fusionan creando interesantes rituales para el Año Nuevo, particularmente enfocados en la salud y el bienestar.
Más allá de las fiestas y las reuniones familiares, existen prácticas arraigadas que buscan asegurar un año próspero y saludable. Algunos de estos rituales, transmitidos de generación en generación, involucran elementos que, más allá de su significado simbólico, nos conectan con nuestras raíces y nos invitan a la introspección.
Entre las prácticas más comunes para atraer la salud destaca la ingesta de 12 uvas al compás de las campanadas de la medianoche. Cada uva representa un deseo, pero la tradición asegura que su consumo atrae "bienestar y energía positiva".
La limpieza energética también es fundamental. Se recomienda limpiar la casa con ruda, romero o incienso antes de la medianoche para purificar el ambiente y "eliminar energías negativas" que pudieran afectar la salud durante el año siguiente.
Otros rituales incluyen:
- Colocar un vaso de agua con sal bajo la cama durante la noche para purificar el cuerpo y la mente.
- Tomar un baño de hierbas como eucalipto, romero, menta o albahaca, conocidas por sus propiedades purificadoras.
- Usar ropa interior roja, símbolo de vitalidad y energía.
- Encender velas verdes o blancas, representando la salud y la pureza, mientras se medita.
- Realizar un ritual del círculo de salud con flores y una vela, meditando sobre la intención de mantenerse sano.
- Consumir lentejas, símbolo de abundancia y vitalidad.
- Practicar la meditación y afirmaciones positivas enfocadas en la salud.
- Colocar una flor blanca o roja en casa, representando pureza y salud.
Más allá de la efectividad de cada ritual, la práctica en sí misma fomenta la reflexión, la conexión con las tradiciones mexicanas, y la búsqueda de un año nuevo lleno de salud y prosperidad.