En Tapachula, Chiapas, la ciudad más grande en la frontera con Centroamérica, la situación es particularmente compleja. Denys, un venezolano que lleva tres meses de viaje, resume el sentir de muchos: “Así como está viendo esta familia tirada, así nos va a agarrar el año (nuevo), pero todo en manos de Dios, en la calle tirado como el propio perro, pero no importa…”
Su Navidad, como la de miles, se celebrará lejos de sus seres queridos, en campamentos improvisados, con recursos limitados. La preparación de hallacas, un plato típico venezolano, se convierte en un acto de resistencia y esperanza, cocinado en fogatas improvisadas con leña y materiales reciclados. La falta de agua potable añade otra capa de dificultad a su ya precaria situación.
El panorama se complica aún más por las políticas migratorias restrictivas de México y la inminente llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos. La advertencia de la presidenta Claudia Sheinbaum sobre la posible suspensión del programa 'CBP One', crucial para obtener citas de asilo en Estados Unidos, siembra una profunda incertidumbre entre los migrantes.
José, otro venezolano, ilustra la desesperación que se vive. Él y su hijo duermen en la calle, sobreviviendo con la ayuda de vecinos generosos, mientras esperan sin éxito una cita a través de 'CBP One'. “Comemos con lo que los vecinos nos apoyan… el mejor regalo sería mi cita, que me salga mi cita, a mí, a mis compañeros y a mi familia”, confiesa con tristeza.
La situación no se limita a Tapachula. Miles más se encuentran en tránsito, formando caravanas que recorren la Carretera Panamericana. Dos contingentes, uno partiendo el 12 y otro el 18 de diciembre, avanzan a pie, enfrentando las dificultades del camino y la incertidumbre del futuro. Un camino que, para muchos, estará lejos de las imágenes idílicas de la Navidad.
Mientras el Gobierno mexicano reporta una disminución del 75% en el flujo migratorio diario desde diciembre de 2023, las cifras de enero a agosto (más de 925,000 migrantes irregulares) reflejan una realidad compleja y llena de contrastes. La búsqueda de oportunidades laborales, en áreas como la construcción o mecánica, se enfrenta a la dura realidad de la falta de opciones en Tapachula y en el trayecto migratorio.